ANTES
En la foto no se aprecia pero los sanitarios eran rosa¡¡ Sí, rosa. Los azulejos eran del año de la polca y tenían moho, el suelo me parecía oscuro... lo único que se salvaba era la ventana. La reforma ha consistido en una reforma total de la fontanería y electricidad, colocar llaves de paso (algo que puede parecer bastante obvio pero es que no había ni una sola llave de paso en la casa antes de la reforma), sustituir la bañera por un plato de ducha, cambiar de sitio los sanitarios, y alicatar el baño con azulejos nuevos.
DURANTE
Una vez más todo mi afán era darle luz, así que escogí un azulejo completamente blanco que imitaba de alguna forma a los modernos (y carísimos) azulejos como de mosaico que han salido.
Para darle un toque de color, la zona del plato de ducha se alicató con el mismo azulejo pero en diferentes tonos de verde. Podéis ver cómo cambia la estancia a pesar de tener todavía el suelo y los sanitarios por colocar.
DESPÚES
Sé que no parece la misma estancia ni por asomo, pero os aseguro que lo es. Al sustituir la bañera por un plato de ducha, me quedó espacio para poner a continuación un lavabo con tres cajones de 80cm, en el rincón está el bidé y mirando hacia fuera, el inodoro. En un principio sólo iba a mover el lavabo porque los albañiles me dijeron que el lavabo donde estaba quedaba como en medio, y lo hacía como entorpecer el resto de la estancia, y tenían razón. Iba a dejar el WC donde estaba originalmente (justo donde ahora está el bidé y en la misma posición) y el bidé donde ahora se encuentra el WC y justo en esa posición. Los sanitarios me los encontré así colocados y la verdad es que ahora me gusta mucho más, porque el bidé es un sanitario que apenas utilizo pero que no quise quitar porque aunque hice un segundo baño después, éste no tendría bidé (y no lo tiene, PERO sí tiene una sorpresa que ya veréis en su momento), y creo que queda mejor ahí, en un lugar más discreto.
Con el mismo espacio distribuído de otra manera parece mucho más grande¡¡ Ahora tengo un precioso plato de ducha de pizarra negra (es fantástico porque no resbala jamás de los jamases) que mide 70cm de ancho y un metro de largo y que a mí me parece paradisiaco. Lo encuentro super amplio y la verdad es que la ducha se ha convertido en mi momento preferido del día. He colocado una repisa rinconera para los botes de gel y champú y queda perfecto.
Ahí está el lavabo. Con unos cajones super grandes en los que me sobra espacio (la pena es que no son muy altos y los botes no me caben, pero como podéis comprobar, uso la ventana a modo de repisa). Los sanitarios los compré a muy buen precio en brico depot (la mampara y el plato estaban de oferta), el lavabo es una ganga que encontré aquí en mi barrio y los toalleros y accesorios son de ikea en su totalidad.
Tengo un baño que parece el doble de grande que el original, y aunque las fotos están hechas con luz artificial, os aseguro que hasta que anochece es totalmente innecesario encender la luz porque por la mañana entra por la ventana una luz maravillosa (las fotos del antes y el durante sí son con luz natural).
¿Os gusta? Os confieso que se ha convertido en una de mis estancias preferidas de la casa.